Córdoba

Así son cartel conmemorativo del XXV Aniversario del Perdón y la nueva saya de Rocío y Lágrimas

2019 es un año extremadamente especial para la cordobesa Hermandad del Perdón que celebra el XXV aniversario de la bendición de la imponente imagen del Señor, obra del imaginero cordobés Francisco Romero Zafra, que cada Miércoles Santo conmueve a la Córdoba Cofrade en virtud del infinito signo de humildad del mismísimo Hijo de Dios golpeado por el mundo que nunca llegó a comprender su mensaje de Paz y Amor. Un año en el que el Señor presidirá el Vía Crucis de las hermandades, en apenas unos días, en lo que supondrá un acontecimiento histórico para la joven cofradía de la Judería.

Con la mirada puesta en la celebración de esta efeméride, y coincidiendo precisamente con el día en el que la imagen fue bendecida por Fray Ricardo de Córdoba, la iglesia de San Roque ha acogido la presentación del Cartel Conmemorativo que Juan Antonio Aguilar Jiménez ha concebido con tal motivo, en lo que es su primera obra para la ciudad de Córdoba. Conservador y restaurador de bienes artísticos, Aguilar  es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, y doctorando por la misma universidad en la línea de Investigación “conservación preventiva” sobre los factores de riesgo en la manipulación de las imágenes devocionales de las hermandades y cofradías. 

No fue la único acto relevante que tuvo lugar en este día que coincidía con el veinticinco aniversario de la bendición del Señor, y es que la cofradía que preside Fernando Castro presentó una nueva saya en color azul prusia de seda natural que ha sido diseñada y realizada por el artista cordobés Antonio Villar reutilizando los bordados de una antigua casulla del siglo XIX adquirida a un anticuario y que ya fueron utilizados para concebir la toca sobremanto que la dolorosa estrenase el pasado Miércoles Santo

El propio artista ha explicado a Gente de Paz que, pese a que está realizada juego con la toca de sobremanto que la dolorosa estrenase el pasado Miércoles Santo, la composición del diseño es totalmente diferente. Antonio Villar ha elegido la iconografía en plata del Buen Pastor haciendo un guiño a la denominación clásica del convento al que pertenece la actual iglesia de San Roque. A partir de ahí la composición del diseño es de corte lineal con tres varillas altas que son las que definen el dibujo central de la saya y un salpicado geometrico con ciertas reminiscencias arabescas y aire neogótico tardío. Finalmente, Villar ha utilizado un encaje del siglo XIX para los manguitos de las mangas. 

Así, tal y como el propio diseñador, que no conviene olvidar es también el vestidor de la dolorosa, ha avanzado a Gente de Paz, este año la dolorosa de la Judería presentará la particularidad de presentarse al pueblo de Córdoba completamente vestida completamente de azul noche: toca, manto de salida y saya. Una primicia que habrá que tener muy en cuenta el próximo Miércoles Santo.

Un cuarto de siglo de historia

Fue a comienzos del año 1990 cuando un grupo de cofrades de diversas hermandades se unió para formar una nueva cofradía alrededor de una imagen mariana obra de uno de ellos, Francisco Romero. Obtuvieron el permiso del párroco de la Iglesia de San Miguel para establecerse en ella, produciéndose la bendición de María Santísima del Rocío en el Sábado Santo de ese mismo año. Muy pronto presentaron al obispado los estatutos provisionales en los que constaba como primera denominación de la Cofradía la de Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Perdón en el Desprecio de Herodes, María Santísima del Rocío Doloroso en su Calvario y San Miguel Arcángel.

El fallecimiento del párroco de San Miguel supuso un importante freno en el proceso de institucionalización de la cofradía; comienzaron las desavenencias con el nuevo párroco hasta el punto de que la hermandad decidió la búsqueda de una nueva sede canónica, decisión a la que también contribuyeron las escasa proporciones de los vanos de la iglesia de San Miguel, obstáculo importante de cara a las futuras estaciones penitenciales. Tras muchas negativas, la hermandad recibió la respuesta favorable de las Madres Filipenses del convento del Buen Pastor que acogerán a la nueva corporación en su convento. El 12 de enero de 1992, desde las nueve de la mañana la hermandad se ponía en marcha para trasladar sus escasos bienes y su imagen mariana a su nueva casa, a cuyas puertas esperaban las religiosas de la comunidad.

El 24 de septiembre se aprobaron los primeros estatutos que modificaban la primitiva advocación ya que en noviembre de 1991 se había entronizado en la iglesia de Jesús Divino Obrero la imagen de Nuestro Padre Jesús del silencio en el Desprecio de Herodes, incorporada ya por la hermandad del Amor en su salida de 1992. Para evitar la repetición del pasaje evangélico, la hermandad del Perdón optó por alterar su concepción inicial, eligiendo el momento en que Jesús es abofeteado ante el Sanedrín, instante cuya evocación evangélica más concreta encontramos en Juan 18, 22 pero que gozó de mayor atención en los textos apócrifos que incluso dan el nombre de Malco como autor del ultraje a nuestro Señor.

En el año 1993 se encargó la realización de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón al imaginero Francisco Romero que realizará así su primera imagen cristífera para nuestra capital. El 27 de febrero de 1994 se bendice esta nueva imagen por fray Ricardo de Córdoba y tres semanas después, el día 20 de marzo, Nuestro Padre Jesús del Perdón recorrió en vía crucis las calles del casco histórico de la ciudad llevado por costaleros sobre un paso cedido por la hermandad de la Virgen del Rayo. Este vía crucis se volvería a repetir en el año 1995, esta vez sobre el paso de Nuestro Padre Jesús de la Pasión. Finalmente, el Miércoles Santo del año 1996 la hermandad se incorporó a la nómina de cofradías del Miércoles Santo, ocupando el segundo lugar por deseo expreso de la Hermandad de la Pasión de continuar abriendo los desfiles procesionales de ese día. La imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón procesionará sola hasta el año 1998 en el que se incorporarán las figuras de Anás y Malco realizadas por Manuel Luque Bonillo. En el año 1999 se incorporarán las imágenes de dos sanedritas y en el 2000 las de dos soldados judíos realizadas todas ellas por el mismo autor.

En el año 2000, se produce también un hito importante en la historia de la Cofradía, por fin se consigue procesionar a la imagen mariana que había sido el germen de esta hermandad. En la tarde del Miércoles Santo de ese año salió, por primera vez, en la estación de penitencia de la cofradía la imagen de Nuestra Señora del Rocío y Lágrimas en su nuevo paso de palio.