Cuando apenas han pasado quince días de mi artículo “De la gratuidad del sufrimiento”, y apenas siete días del cobarde asesinato que le arrancó la vida a D. Diego Valencia, a pesar del empecinamiento de unos y otros por definirlo y disfrazarlo como “incidente”, “ataque”, “atentado”, la política que todo lo mancha, ha intentado lingüísticamente disfrazar un asesinato como una cosa menor, sin importancia, además de intentar alejarlo de la religión, y es que la política es así, de tener poca vergüenza.
A D. Diego le matan, a pesar de suplicar con sus últimas palabras “no me hagas daño, no me hagas daño, por favor”, según nos informó Nacho Abad desde la Cope, el presunto asesino yihadista, de veinticinco años de edad y de nombre Yassin Kanza, ya con anterioridad a este luctuoso acto, había herido gravemente a un cura de la Parroquia de San Isidro había increpado a una señora por ser cristiana, pidiéndole que cambiase su cristianismo por el islam, había increpado a un joven “tú trabajas con José y María” y lo había abofeteado, y culminaba su recorrido de más o menos trescientos metros intentando repetir sus hazañas en la capilla de Nuestra Señora de Europa, en este recorrido presumiblemente había dejado atrás cuatro personas heridas y una asesinada, no parando de gritar la grandeza de Alá.
Y a pesar de lo que intenten disfrazar, lo cierto es que la propia Conferencia Episcopal señala ciertamente que en este caso ha habido “motivación religiosa, de odio a la fe” y nos piden a los cristianos que no debemos “demonizar a colectivos o grupos en general” y nos recuerda que la comisión islámica ya ha condenado los ataques.
Bien es verdad, no debemos de confundir este presunto terrorista con los practicantes del islam, de la misma forma que en su fecha no debíamos de confundir etarras con vascos, y es del todo cierto, pero así como desde el mundo eclesiástico está absolutamente claro, no entiendo el esfuerzo de todos los partidos políticos, unos por hacer “roncha” señalando a los entrados de forma irregular como culpables de estos actos, otros tapando un asesinato y edulcorándolo como “incidente”, y otros dando su total apoyo a los islamistas. Incomprensible guirigay, más parece un patio de vecinos que los responsables de los destinos de una nación.
Lo que nadie ha reclamado es como este presumible asesino, que ya estaba pendiente de extradición, y que ya fue extraditado en el 2019 por la Policía Real de Gibraltar, donde llegó al parecer en una moto acuática, en compañía de otros menores, por no disponer de la correspondiente documentación para su ingreso; como que ahora no puede ser extraditado.
Informaba elcierredigital.com del intento que las autoridades españolas habrían realizado para devolver a Yassin Kanza a Marruecos, fue enviado en un ferri desde Algeciras a Ceuta, donde la policía lo dejó en la frontera de Ceuta y Marruecos, y al no ser admitido por Marruecos, fue devuelto a España, y retornado a Algeciras, según la misma fuente de cada 45.000 irregulares que España intenta devolver a Marruecos, solo son aceptados unos 3.600, antes Marruecos admitía hasta 13.000.
Y la preguntas son manifiestamente claras: ¿Qué le pasa al gobierno de España con sus relaciones con Marruecos, especialmente ahora?, problema que claramente no tiene el Reino Unido, ¿Si resulta ser un asesinato y atentado claramente cristiano-fóbico, será igual de importante y debería de tener el mismo tratamiento que cualquier otro delito de fobia?, ¿Qué hará al respecto, el gobierno y la oposición, aparte de sus intentos por suavizarlo?, ¿Cuántos yihadistas solitarios habrá dispuestos a asesinar, en el territorio español?, ¿Nuestro gobierno laico dispondrá lo necesario para poder proteger a los cristianos y cofrades, con seguridad ahora que se acerca la cuaresma y la Semana Santa?.
No esperen respuesta a las preguntas realizadas, yo no la espero, nuestros políticos harán lo que siempre hacen, intentar ganar votos, que es lo que de verdad le interesa, y como bien sabemos, algunas veces despreciando la sangre derramada o vidas perdidas, son cosas que algunas veces pasa y que poco valen, lo verdaderamente importante es ganar votantes, en esta ocasión la proximidad de las elecciones le dejan poco tiempo y menos espacio para sus movimientos, que los cristianos, los cofrades, y yo, esperamos.