Más allá de los condicionantes derivados de las especiales circunstancias en las que nos hallamos, el pueblo de Córdoba ha vuelto a vivir una jornada en la que la búsqueda de la tradición y la fe, a través de sus devociones más íntimas, ha propiciado numerosas escenas para el recuerdo que nuestro compañero Antonio Poyato ha inmortalizado para la posteridad, recorriendo tres núcleos esenciales de la religiosidad popular de la ciudad, San Lorenzo, San Andrés y Capuchinos, donde Jesús del Calvario, Jesús del Buen Suceso y Jesús de la Humildad y Paciencia han recibido el cariño de sus fieles y devotos.
